viernes, 20 de noviembre de 2009

La panadería de Carlicos

Puedo decir sin dudar, que Carlos hacía el mejor pan de todo Murcia. Sobre todo era especial en sabor, su barra gallega. Era ese pan que se hacía antes. Que pasado dos días todavía era comiente y si se endurecía una "miaja", con meterlo al horno y tostarlo un poco, lo tenías de nuevo listo para aplicar con generosidad, aceite, ajo restregado y sal, haciéndote llorar tras la ingesta.

El tugurio estaba situado en la calle Manresa de Murcia, es decir, en pleno centro de la capital. Y era en ese pequeño "roalico" donde casi siempre nos encontrabamos los vecinos de toda la vida. Además de panadería, que era su función principal, el local se convertía en lugar de plática, eso sí, siempre con una "Estrella de Levante", el agua de Espinardo, bien en envase litro, bote o quinto, muy frio de la cámara, pues allí no se bebía otra cerveza, ya que eramos y somos muy de lo nuestro, o sea, unos puñeteros nacionalistas murcianos. Otras veces, el Carlicos sacaba una mesa a la calle y unas sillas de las procesiones, mangadas habilmente a los gitanos que las ponen en Semana Santa y nos deleitaba con unos almuerzos al aire libre que ni el Ferrá Adriá ese de los "güevos". ¡Qué chapinas, copón!. También el sitio cumplía las funciones de sede social del paso del Santísimo Cristo de la Caridad. Siempre que había reunión, cabildo o lo que terciara en la Cofradía, media hora antes se presentaba un nutrido grupo de la canallesca, a comenzar a calentar motores.

Pero el cabrón ha cerrado. No ha podido competir con el pan chicle de los supermercados, barato, pero malo a más no poder. Entre el alquiler, el iva, los impuestos y su puta madre, nos ha dejado huérfanos en el barrio. Dicen que "el sartenes" vaga como un zombi sin saber donde poner el huevo.

Si alguna vez lees ésto, quiero que sepas, que desde que cerraste, no como pan. Intenté mojar un huevo frito con un trozo de barra del Mercadona y al masticarlo me dió náuseas.

No te lo perdono.

6 comentarios:

  1. Alguno dirá que no solo de pan vive el hombre, pero lo que antaño hubiera sido rebotica, ahora, rebautizado en repanaderia, era consuelo de no pocas almas sedientas de amena cháchara y liquido elemento. Yo por mi parte, si algún día me diera al paso, hare como antaño, me descubrire mostrando respeto y pensando que ahora el "muy" se las estara tomando en otro sitio a la diestra de vete a saber tu quien es. Santísimo Cristo del Flagelo, ruega por nosotros.

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  2. Acho tio!!

    Que palabras más "sentías" y a la vez que tan llenas de verdad. En cierto modo, no era una panaderia; era el icono de referencia, sede de la canallesca, o como decía uno de los "manos" que era "The Manresa´s pub". Al calorcico del horno, allí se ha cocido de todo, y todo regado con buen humor y buena maña. Nada podrá volver a tener su sabor, y aunque no le perdono que pusiera los mostradores de los "chinos", lo cierto y verdad es que se podía estar de acuerdo o en desacuerdo con él, pero como el Carlicos y su estilo, como decía mi padre: "Genio y figura hasta la sepultura".

    No queda otra sino batirnos, maese Manué...

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  3. Y ahora, se le cae el moco al Manué. Grande Carlicos, donde quieras que esté. ¡Cuanto te vamos a añorar! Y tú, a las alumnas del modelaje....je je je je. Pellukin.

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  4. El otro día apareció por mi casica montao en un bici, compartiendo ruta con su zagala pequeña. No está mal... pero ya la cara no le brilla con la misma intensidad que lo hacía cuando te recibía en la panadería con cara de preguntar "¿A qué coño vienes?" y te ofrecía una cerveza fresca y una tapica...Luego sacaba siempre un tema interesante de debate,.... Desde El Esparragal que iba yo sólo pá comprar el pan... bueno y beber cerveza.

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  5. El pueblo no tiene nada más que lo que se merece...

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