viernes, 24 de septiembre de 2010

Un Camino diferente (II)


A las cuatro de la mañana en Santiago y con fresco.

Después de varios meses de preparativos, estábamos saliendo en coche desde Murcia, dirección a Santiago a las seis de la tarde. Un largo camino que se hizo ameno con las charlas de buceo de Martín, las anécdotas del abuelo de Nacho, los problemas de jornal de alguno y el buen humor de todos. Pasamos Madrid por la M-50 de forma rapidísima y después del túnel de Guadarrama paramos a cenar. La noche se cerró y venciendo al sueño llegamos a Santiago de Compostela alrededor de las tres de la mañana. Quisimos encerrar la furgoneta en el aparcamiento debajo de la estación de autobuses, pero estaba cerrado, así que aparcamos donde pudimos e intentamos descansar hasta eso de las siete, cuando cogeríamos un autobús que nos llevaría a Piedrafita de Cebreiro, lugar donde comenzaba nuestro peregrinaje. Descansar, poco. Descubrimientos. Los osos interiores de Martín y míos. Y sobre todo comprobamos, que José Manuel Soto, no ayuda a conciliar el sueño con sus cantos.

Nos subimos al bus a la ocho, que nos sirvió para echar una cabezada reparadora. A las once y veinte nos bajamos en Piedrafita y justo enfrente, un bar nos llamaba. Repusimos fuerzas con un buen almuerzo y enseguida comenzamos nuestra marcha. Teníamos por delante una hora hasta la aldea de O Cebrerio, subiendo el puerto de montaña por asfalto. Es lo que había. Martín cogió ritmo y nos pegó el primer recalentón del Camino.


Almorzando en Piedrafita antes de partir hacia Triacastela. Once media de la mañana.

En O Cebreiro había una gran actividad. Mucho peregrino turista y mucho visitante de foto y bastón. Sellamos en la Iglesia de Santa María y después pude saludar a mi amigo Antón que andaba bastante atareado en su negocio. Cogimos la senda de las flechas amarillas y nos fuimos.


En el alto de Cebreiro.

Pasamos por el alto de San Roque, Hospital da Condesa y el Alto del Poio. Aquí el cansancio acumulado de muchas horas, nos pasó factura a todos. Había que continuar. Entre todos nos animamos y con risas y carcajadas continuas, proseguimos hasta Fonfría dónde paramos un cuarto de hora a descansar. Allí, Martín dejó olvidado su sombrero de Alatriste y se convirtió en leyenda. La leyenda del emir.

Con mucho cansancio, bajamos hasta Triacastela. Llegábamos al fin, después de seis largas horas de caminata, unidas a las horas de viaje y sin descanso desde el día anterior. Encontramos una bonita y limpia Pensión al lado de la Iglesia y tras ducha y lavado de ropa, fuimos a sellar y después a cenar. Allí comenzó nuestro romance con los "boks" de medio litro de Estrella de Galicia y con el orujo. Algunos, no diré nombres, incluso se atrevieron con el gin tónica. ¡Nos lo merecíamos, copón, que llevábamos mucha tralla!


Cenando en Triacastela. Inicio del romance con los "boks"

25 comentarios:

  1. Recemos y tengamos, al menos yo, un grato recuerdo a un sombrero que se ganó el pan y su alimento, las gracias y sobre todo, hizo su trabajo, pardiez. Sería demasiado extenso aqui indicar en cuantos lugares de esta España insólita tuvo que resistir el sol, abrasador unas veces, tibio rayo filtrado a través de hojas y ramas, otras. Pero siempre en su sitio, siempre fiel desde que una mano amiga, protectora, fiel y cariñosa tuvo a bien ponermelo en toda la cresta, porque ha de saber, mi buen gañán Manué, que el sombrero no era de Alatriste, sino de Indiana Jones, ídolo aventurero también donde lo haya. Quizás trastocara la iniciativa sombreril arqueologica, pero sé que le compensé debidamente con las correspondientes estrellas...de levante y galicia.

    Prosiga, mi buen gañán, prosiga, que se le sigue atentamente...

    ResponderEliminar
  2. Sin duda, excelente oda al sombrero perdido. ¡Brillante!

    ResponderEliminar
  3. ....bah....favor que ud. me hace, D. Manué...lo realmente brillante, bajo mi punto de vista, es sacar tiempo y ganas para poder hacer todo esto. Por cierto, la aseveración de que fuimos a Galicia cuatro amigos y regresamos cuatro hermanos, aparte de cierta....me ha llegado a la patata...

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Pero que mierda de blog es este, en fin, repito lo que arriba quise decir... "La pena que tengo es el no haber podido contar con uno de esos boks entre mis manos, por lo demás, nada más que reseñar que no sepamos ya. Jejejejejeje". Santísimo Cristo del Flagelo, ruega por nosotros.

    ResponderEliminar
  6. ¡Acho, habrá una próxima!En esa te subes.

    ResponderEliminar
  7. y yo, puedo ir??? o no admiten chicas?

    ResponderEliminar
  8. ¿Pero es usted "canalla", en su defecto, adscrita (muy de Refugio)?, lo digo porque es condición sine qua non.

    ResponderEliminar
  9. jo! siempre poniendo pegas!!! asi no hay manera, hombre!

    ResponderEliminar
  10. No son pegas, señorita Magdalena. Este club señero, formado hace más de siete años no es excluyente. Si usted quiere y los componentes aceptan, queda invitada a la próxima reunión, que tendrá lugar la semana próxima, en la sede social canalla, La Peña La Panocha San Isidro, sita en la calle Escritor Segado de Olmo.

    ResponderEliminar
  11. Lucky; la señorita Magdalena se asemeja a la perfección al perfil de Nachete. De esta forma quedaría formalmente declarada adscrita.

    ResponderEliminar
  12. A mi amigo Nachete. Soltero y sexualmente activo.

    ResponderEliminar
  13. Pues ná. Si quiere le hago de celestino y ya de paso miro, jejejeje.

    ResponderEliminar
  14. No piense señorita que le pongo pegas, además, con lo que dice Manué en relación a su parecido canallesco con nuestro amigo pues que quiere que le diga... apunta maneras. Y ahora que lo dices Manué, pueden dar mucho juego los dos juntos, jijijijijiji, aunque pensándolo mejor,el kiki y ella platicando sería mortal de necesidad.

    ResponderEliminar
  15. Que alegría y nostalgia me da ver la primera fotografía de nuestro Camino de Santiago, momentos en los que llevábamos cada uno de nosotros una mochila llena de ganas de compartir, incertidumbre por la aventura y lo desconocido para mi y sobre todo, mucha, muchísima ilusión por la experiencia a vivir (a parte de un sueño que te pasas).

    ResponderEliminar
  16. A modo de Reflexión: SEGURAMENTE PODIA haber hecho solo el camino como tantos otros, PODIA haberlo hecho también con un grupo mas amplio de gente, pero de lo que si estoy COMPLETAMENTE SEGURO es que con quienes lo HE HECHO, ha sido una de las cosas mas acertadas en mi vida. Un fortísimo abrazo para mis tres GAÑANES.

    ResponderEliminar
  17. Ya me estais jodiendo...con permiso de la srta. penitente....

    ¿Eso que he leido de una reunión formal en la sede social, que por otra parte, habíamos decidido repudiar, es cierto? ¿Para cuando?

    Mirad que estoy en capilla para salir a tierras catalanas, reducto del nacionalismo, este puente venidero...

    Y hablando de todo...¿no dijimos de "an ca' el chirrete chico"? también se lo dije, que conste.

    Recojo el abrazo del gañan precursor del monstruo, y procedo a devolverlo, corregido y aumentado...

    ResponderEliminar
  18. No se me revuelva buen hombre, primero tranquilizarlo, será después del puente con lo que puede marchar en busca del Sr. Montilla. Sacame de dudas, ¿donde para el chirrete chico?. De antemano, gracias mil.

    ResponderEliminar
  19. La carretara de Alcantarilla, a la altura del cruce del Camino del Badén. El chirrete, también es conocido en la jerga canalla como el puntillas, jejejeje.
    Y un abrazo para fsua. Bienvenido a mi blog y dejate caer más. Me falta el Nachete y a ver si le hacemos un apaño con la señorita penitente.

    ResponderEliminar
  20. a ver si el candidato merece tanto la pena como usted, sr. Manué!
    aunque parezca que le tiro a todo lo que se menea, no es asi... luego en mi cama solo entra lo mejorcito! pero hablar ... se puede y mucho!

    ResponderEliminar
  21. profe cuantas birras

    ResponderEliminar